Atravesada por el cruce entre la psiquiatría y el psicoanálisis, a Norah Tamaryn
ya no le sirve en su quehacer actual la relación unívoca entre significante y
significado que establece el saber psiquiátrico. Por eso, en este libro nos
propone no reducir la práctica clínica a un diagnóstico previamente convenido
sino, por el contrario, interrogar a la clínica para indagar en la complejidad del
ser humano. Pero el sujeto sin ser escuchado no es. Nadie puede reemplazar
su palabra, da igual que sea un neurótico o un psicótico, la palabra reclama su
lugar en la escucha de otro para no ser cosa, para contarse, para representarse,
para no decir lo que ya sabe.

Norah Tamaryn (Berisso, provincia de Buenos Aires, Argentina) es
psiquiatra y psicoanalista. Cursó estudios de medicina en La Plata,
que simultaneó con su formación como psicoanalista en Buenos Aires.
Realizó el mir de psiquiatría infantil y de la adolescencia en el Hospital
Interzonal de Agudos especializado en pediatría “Sor María Ludovica”
de La Plata, y en el Hospital General de Adultos “Aaroz Alfaro” de
Lanús, y prácticas de guardia en medicina de urgencia en diversos
hospitales de La Plata. Llegó a España con una beca de psiquiatría del
insalud en el Hospital de la Cruz Roja de Madrid.

Ha colaborado con diferentes asociaciones impartiendo cursos, seminarios, másteres y
talleres de formación para profesionales, voluntariado, padres y los propios pacientes. Ha
participado en diversas Jornadas Internacionales y Congresos de psiquiatría, psicología
y pediatría. Durante años ha sido docente del curso de Humanización para la Salud de la
Comunidad de Madrid sobre el psiquismo infantil, la enfermedad en el niño, el sufrimiento y
la muerte, y su abordaje por la familia y el equipo asistencial.
El trabajo clínico, la consulta privada y la investigación psicoanalítica han articulado siempre su
actividad. Esta triple perspectiva “psi” enfocada al niño y al adolescente le ha permitido llevar
a cabo un intenso trabajo en diversas instituciones de la Comunidad de Madrid, acometiendo
los problemas de la infancia desde equipos multidisciplinares. Así, desarrolló un proyecto
global para personas con discapacidad que cubriera las necesidades de la zona norte de la
Comunidad de Madrid. Esta iniciativa de Centro Asistencial de Rehabilitación Integral ganó, en
1995, el Primer Premio de Iniciativa Empresarial y Social del Ayuntamiento de Tres Cantos.